Transición energética urgente, una mirada sudcaliforniana — ecologica
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Transición energética urgente, una mirada sudcaliforniana

Jacqueline Valenzuela Meza y José Alexis Toledo Cornejo

La energía posee un rol fundamental en nuestra vida y obra, su disponibilidad y acceso es indispensable para el desarrollo y bienestar de las comunidades de todo el mundo.

Debido al rápido crecimiento de la población y de las actividades económicas hay una fuerte demanda de energía, proveniente, principalmente, de fuentes fósiles, con las consecuencias que ello implica.

El estado de Baja California Sur no es la excepción: debido a sus particulares características geográficas, se creó el Sistema Eléctrico Baja California Sur (SEBCS). La generación del SEBCS se basa principalmente en centrales convencionales, específicamente en centrales de motores de combustión interna, turbinas de gas y de vapor.

Al año 2020, el SEBCS contaba con una capacidad de generación de 757 MW (Centro Nacional de Control de Energía, 2020a), de la que 93 por ciento correspondía a combustibles fósiles y tan solo el 7 por ciento restante a fuentes renovables, principalmente, solar.

El SEBCS opera de forma independiente al resto del país; la energía que se consume en la entidad se genera en ella. Sin embargo, los combustibles utilizados para la generación de electricidad deben trasladarse por barco y es por eso que BCS se caracteriza por sus elevados precios de electricidad; esta entidad no representa más del 1 por ciento del consumo nacional de energía y es altamente vulnerable a los problemas de desbalance en la regulación de la frecuencia.

El más claro ejemplo de esto se dio en el año 2019, cuando BCS sufrió los llamados “apagones” o “cortes al suministro de energía eléctrica” debidos a las afectaciones en los circuitos eléctricos.

De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE, (2020a), en 2019 se registraron 29 “apagones”; en algunos municipios, el 90 por ciento de los usuarios fueron afectados. Por otra parte, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace, 2020b) expuso que hubo cerca de 63 interrupciones de energía en el SEBCS, de los que 30 se debieron a esquemas de baja frecuencia, afectando a más de 200 mil usuarios, provocando pérdidas económicas incuantificables, principalmente en hogares y pequeños negocios de la localidad.

El principal combustible usado en las centrales de BCS es el combustóleo, uno de los más contaminantes del mundo. De acuerdo con la CFE (2019), la composición de azufre de dicho combustible es de entre 4 y 4.25 por ciento de su contenido, lo cual se encuentra dentro de la norma oficial mexicana NOM-016-CRE-2016, que establece que el contenido de azufre no rebasará el 4.4 por ciento.

Esta misma NOM establece que los contenidos de azufre para ciertas partes del país solo deben ser del 2 por ciento; este doble estándar atenta contra la salud de los sudcalifornianos, debido a que el combustóleo quemado produce dióxido de azufre (SO2), un contaminante que afecta al sistema respiratorio humano y a los ecosistemas terrestres y marinos al elevar su acidez.

La elevada presencia de azufre en el combustóleo afecta, sobre todo, la salud de la población de La Paz, ya que ahí se produce más del 75 por ciento de la energía eléctrica del SEBCS. De 2013 a 2018, La Paz presentó un incremento de 58 por ciento en las emisiones contaminantes derivadas de las centrales eléctricas.

En conclusión, el SEBCS centra su generación contaminante en dos municipios: La Paz y Comondú y, por otro lado, el consumo está centrado en Los Cabos y La Paz, municipios con la mayor actividad económica y densidad poblacional del estado.

Existe un desequilibrio derivado de la errónea implementación de capacidad instalada y de una falta de planeación a largo plazo, de ahí que se necesita con urgencia iniciar una transición energética que tome en cuenta la vocación económica, ambiental y social de cada uno de los municipios e incluya proyectos sustentables en el diseño de una matriz limpia y diversificada de distintas fuentes locales.

Este diseño debe incluir una reducción gradual del uso de combustibles fósiles que transforme a los sectores de la economía que más contaminan.

De igual manera, debe promover una amplia reflexión acerca de un sistema energético sostenible, equitativo y confiable, que fundamente que no solo son necesarios los cambios tecnológicos, sino también los cambios ambientales, económicos, sociales y culturales que se asocian a los estilos de vida de las personas.

Para ello, se necesita contar con profesionales que conozcan la problemática energética en nuestro estado; se debe tomar en cuenta tanto la producción como los usos finales de la energía de los distintos sectores energéticos, con el fin de promover soluciones de mediano y largo plazos que garanticen un uso sustentable, equitativo y democrático de la energía.

Con una transición energética que incluya a las comunidades se logrará una mayor soberanía, seguridad e independencia energética en el estado y se podrá hacer frente a uno de los mayores retos que enfrenta la humanidad: el cambio climático.

Finalmente, mientras el mundo está transitando hacia la descarbonización, en BCS seguimos con una visión de soluciones energéticas basadas en tecnologías fósiles y sin ni siquiera contar con una Secretaría de Medio Ambiente estatal que atraiga para sí el combate a la degradación causada por estos combustibles, sobre todo en la ciudad de La Paz donde se respira aire con niveles de contaminantes por arriba de los límites de protección a la salud recomendados por la Organización Mundial de la Salud y de la normado por la propia regulación mexicana.

Tal y como dijo el ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, muchos aún creen que no tenemos la voluntad de actuar y hacer importantes cambios, pero como especialistas sabemos que la voluntad de actuar es en sí misma un recurso renovable.

Debemos luchar para tener la oportunidad de vivir una mejor calidad de vida. Podemos lograrlo mediante una transición energética justa basada en el respeto de los derechos humanos y del medio ambiente.

Jacqueline Valenzuela Meza
Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA, AC)
Correo-e: jacqueline@cerca.org.mx

José Alexis Toledo Cornejo
CERCA, AC
Correo-e: alexis@cerca.org.mx