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La investigación científica necesita personas con imaginación

AMC. Pierre Legendre es fundador de la ecología numérica, una subespecialidad de la ecología, y uno de los científicos más influyentes en el campo de la ecología a nivel internacional. Recientemente ingresó como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), y con motivo de su incorporación comentó en entrevista sobre su experiencia de hacer ciencia, del desarrollo que ha tenido su campo de especialidad y dio algunos consejos a jóvenes interesados en el quehacer científico y a los que se encuentran en las primeras etapas de su formación científica.

Nacido en Montreal, Canadá hace 71 años, Legendre recordó que desde su infancia escuchó sobre ciencia… “Mi padre era biólogo y durante las cenas familiares nos solía hablar sobre una amplia variedad de temas científicos a mi hermano y a mí, temas que iban desde las matemáticas hasta la astronomía. Luego desarrollé mi propio interés por la historia natural y asistí durante mis años de adolescencia a campamentos de verano llamados “jóvenes naturalistas”. También me interesaban las matemáticas y tuve la tentación de estudiar esa disciplina en la universidad, pero finalmente opté por la biología”.

Durante sus estudios de posgrado tuvo cursos en ecología avanzada y limnología, así como taxonomía numérica; además desarrolló un gran interés por los estudios evolutivos. Al concluir su doctorado, aceptó un puesto en un centro de investigación en la universidad sobre ecología y ciencias ambientales.

Después combinó sus intereses en métodos numéricos, aprendidos en el contexto de la taxonomía numérica por su predilección hacia las comunidades naturales, y comenzó a realizar análisis numéricos de la composición de la comunidad y otros datos ecológicos, y así fue como surgió la ecología numérica. “Écologie numérique fue el título del libro que mi hermano Louis Legendre (oceanógrafo) y yo publicamos en francés en 1979”, refirió el biólogo de 71 años.

El científico canadiense reflexionó sobre la influencia que ha tenido la ecología numérica y toda la propuesta de este subcampo en la vida académica y profesional de los investigadores —incluyendo el uso de software gratis—, pero también en la transformación de la vida universitaria en términos del tipo de preguntas que se formulan, ahora pueden ser mucho más generales e importantes porque cada vez son más los datos que están disponibles de manera gratuita y también se incrementan los métodos estadísticos, son más potentes y están disponibles para todos.

El profesor de la Universidad de Montreal recordó que en el pasado los ecólogos recibían muy poca formación en estadística, así que “aprendimos de colegas que usaban este o aquel procedimiento, y ahora estamos tratando de aplicar las mismas metodologías con este movimiento de ecología numérica. Hemos estado tratando de explicar qué son todos estos métodos estadísticos, dónde están disponibles y cómo los ecologistas pueden usarlos en su trabajo diario”.

El trabajo de ecología numérica de Legendre se basa en contribuciones fundamentales al pensamiento de la diversidad y los ecosistemas. En su opinión la investigación ecológica es la ciencia del siglo XXI, y en ecología numérica se desarrolla “nuestra comprensión de los ecosistemas y tratamos de hacer que el impacto de los seres humanos sea menor en estos ecosistemas, ahí la importancia”.

Pierre Legendre apuntó que su mayor aportación a la ciencia hasta ahora es haber contribuido a la creación de este nuevo subcampo llamado ecología numérica, donde se busca reunir todos los métodos desarrollados por los estadísticos y ecólogos para analizar datos ecológicos.

Este destacado investigador ha mantenido una estrecha relación con México a través de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) “y tengo la intención de continuar estas colaboraciones si mis colegas están interesados”.

De su colaboración con nuestro país se relacionan una serie de cursos cortos sobre ecología numérica en la UNAM en 2003 y 2008 (en el posgrado del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología) y en 2011 (en el Instituto de Ecología); también en el Departamento de Recursos del Mar en el Cinvestav-Mérida en 2003. Colaboró en la dirección de estudiantes graduados y fue coautor de trabajos de estudiantes graduados y sus asesores en estas instituciones.

Con su experiencia, el doctor Pierre recomendó que el camino que deben seguir los jóvenes investigadores para lograr buenos resultados en su área de investigación debe considerar algunos pasos: identificar algo que les guste hacer en la ciencia y cuando lo hayan encontrado buscar y leer toda la literatura, todo lo que se haya escrito sobre su campo de interés y, luego, usar la imaginación para descubrir cómo desarrollar o llevar más allá esas líneas de investigación, y la manera de hacerlo, dijo, es elaborando nuevas preguntas para ampliar el conocimiento.

Sugirió a los estudiantes universitarios en general, y a los jóvenes científicos en particular, conocer la historia del desarrollo de las ideas en todos los campos, y profundizar en lo que respecta a su propia área de conocimiento; interesarse de manera importante en disciplinas como matemáticas, ecología y evolución; incluso conocer sobre la historia de los países.

“Hoy en día es fácil aprender sobre la historia de las naciones leyendo novelas históricas escritas por historiadores serios. También me gusta leer libros de ciencia ficción escritos por grandes e imaginativos autores como Isaac Asimov que estimulan la mente de los lectores. La investigación científica necesita personas con imaginación”, sostuvo.

Legendre se describió como una persona a la que le gusta hablar con la gente, sobre todo con sus compañeros de laboratorio. Entre sus pasatiempos están nadar, bucear en mares cálidos para poder observar arrecifes de coral; cocinar, conversar sobre vinos, leer novelas y otros géneros literarios, y escuchar música clásica.

Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC

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