La Red Mexicana de Periodistas Ambientales: difunde lo que defiende
Fabián Carvallo Vargas y Talli Nauman
A manera de la odisea de una heroína legendaria, la humanidad ha trazado un camino que nos condujo a una encrucijada. En este momento debemos afrontar la gran prueba de nuestra breve historia sobre la tierra: la triple crisis planetaria.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se refiere así a los problemas interrelacionados de la contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Cada uno debe resolverse de forma urgente para un futuro viable en este planeta.
La triple crisis planetaria exacerba los desafíos que ya enfrentábamos, como los de los valores éticos y políticos, entre muchos otros. En ese sentido, no logramos orientar el desarrollo económico de manera que se ponga en primerísimo lugar a la naturaleza de la cual dependemos para sobrevivir. Parecería que somos una especie sin visión de largo plazo.
Tener en mente el bienestar de las generaciones presentes y la sobrevivencia de las generaciones futuras es un primer paso a tomar en cuenta; ello, no solo por la conservación de los seres humanos sino de todas las criaturas sintientes de este pequeño planeta azul.
En medio de las crisis, la Red Mexicana de Periodistas Ambientales (Rempa) conmemora su vigésimo aniversario. Nuestros miembros han colaborado en fortalecer el periodismo socioambiental en México y otros países desde 2004. En ese mismo afán compilamos contribuciones de los miembros de nuestra red en el presente suplemento.
La Rempa es una asociación civil sin ánimo de lucro, que busca el desarrollo del periodismo ambiental en México mediante los siguientes objetivos: la capacitación, en forma permanente, de periodistas en temas ambientales; la promoción del libre acceso a la información ambiental; el intercambio de experiencias entre miembros; y el logro de acuerdos y alianzas estratégicas con científicos, empresas, gobiernos, fundaciones y nuestras contrapartes en la sociedad civil organizada.
Una de las fortalezas de nuestra red es la gran diversidad de saberes, especialidades y formas de abordar la problemática ambiental. Dentro de la Rempa conviven periodistas ambientales, comunicadores sociales, ambientalistas, académicos, activistas y educadores.
Las especializaciones de los miembros de la red van desde la salud, biodiversidad, justicia climática, industria de los tóxicos, agroecología, soberanía alimentaria, equidad de género, agua y energía hasta los derechos humanos y de la misma Tierra.
Buscamos evitar centrar nuestras narrativas en los discursos antrópicos gastados. De preferencia, elevamos la conciencia de nuestras audiencias respecto a todos los seres vivos. Sin embargo, la cotidianidad del abuso de los derechos humanos de los defensores del entorno –sobre todo de la gente más desprotegida y vulnerable– nos estremece y exaspera.
Todo esto toca fibras sensibles, pues nuestros colegas del gremio también reciben amenazas por descubrir y exhibir la corrupción, malversación, negligencia y violación hacia la Madre Tierra.
Consideremos los datos de Amnistía Internacional, Global Witness, el Comité de Protección a los Periodistas, Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19: el país se destaca a nivel mundial por el número de periodistas asesinados en la última década: 72 personas con rostro e historia; con ellas se van no solo conocimientos valiosos sino mujeres y hombres de gran valor que decidieron alzar la voz para cambiar la situación actual.
Entre amenazas y desapariciones forzadas, en el empeño del trabajo, ocho de los periodistas ultimados estaban inscritos en el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos, instancia federal de México.
Contando los defensores de la Tierra y el medioambiente asesinados por todo el planeta, un tercio de ellos son de pueblos originarios. La mayoría de los defensores, un 88 por ciento, es de América Latina. Con 33 homicidios en el más reciente registro, el número de barbaridades cometidas en México sigue solo detrás de Brasil y Colombia en el balance de la región.
Ante el sangriento y sombrío escenario, otra fortaleza de la red es nuestro compromiso solidario con todas las personas que luchan para resolver la triple crisis.
Por ellos urgimos y animamos a los legisladores del Congreso de la Unión a concretar la puesta en marcha del Acuerdo de Escazú, ratificado por México, entre otros países, en Costa Rica, en 2018. Se le conoce como el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Invitamos a la opinión pública a unirse a este llamado.
Al ser vinculante, el instrumento sentará las bases para la justicia de los defensores y difusores de la triple crisis planetaria. El detalle es que la burocracia aún tiene que asentar las reglas y normas, al igual que lograr el respaldo de las fuerzas de seguridad pública.
Los contenidos aquí presentados se desprenden de estos temas de seguridad nacional y que abordan Juana Meraz, Helena Rivas, Norma Montiel, Edith González, Manuel Hernández, Patricia Vega, Juan Pablo Mayorga, Talli Nauman y Fabián Carvallo, así como otros socios de la Rempa.
Desde la Red Mexicana de Periodistas Ambientales expresamos nuestro profundo respeto a todos y cada uno de los queridos periodistas ambientales y seres de las demás especies caídas.
También queremos agradecer infinitamente a La Jornada Ecológica y a su increíble equipo: Iván Restrepo, su director; Laura Angulo, la editora, así como a Estela Guevara y Cecilia Navarro, por su apoyo editorial.
Fabián Carvallo Vargas y Talli Nauman
Coordinación de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales (Rempa)
Correo-e: fabiancv@icloud.com