Acciones urgentes de restauración ante la pérdida de los arrecifes de coral
Alma Paola Rodríguez Troncoso, Amílcar Leví Cupul Magaña y J. J. Adolfo Tortolero Langarica
Los arrecifes de coral son considerados uno de los ecosistemas marinos más importantes en el mundo. Aunque ocupan menos el 1 por ciento del oceáno poseen un enorme valor biológico, ya que son zonas naturales que brindan alimento, y proveen sitios para reproducción y refugio a millones de especies marinas.
Además, le proveen a la población humana importantes servicios ecosistémicos tales como de provisión alimentaria derivado de la pesquería ribereña y, al formar estructuras duras, mitigan el impacto de los huracanes y tormentas, reduciendo los daños a la infraestructura y servicios urbanos.
Igualmente, un arrecife sano promueve la recreación y esparcimiento, ya que actualmente millones de personas visitan y disfrutan de su belleza escénica. La relevancia de los servicios que nos proveen se refleja en su valuación económica, la cual está estimada en alrededor de 10 billones de pesos anuales.
Pese su importancia, los arrecifes de coral de todo el mundo se están perdiendo a una velocidad alarmante. Las estimaciones muestran que se han perdido al menos el 50 por ciento de estos ecosistemas y aquellos que se mantienen, están considerados como altamente vulnerables.
Su pérdida está directamente relacionada con la presión generada por las actividades humanas, como son la emisión de dióxido de carbono, la sobreexplotación de los recursos marinos y la contaminación.
A esto se le suman efectos del cambio climático como el aumento persistente de la temperatura global de +0.7 °C al año, el incremento en la intensidad y frecuencia de huracanes y tormentas, así como los eventos de olas de calor regionales como El Niño Oscilación del Sur (ENOS), lo cual provoca inicialmente los eventos conocidos como blanqueamiento coralino y, dependiendo de su intensidad, puede llevar a la mortandad de zonas arrecifales enteras.
En las últimas cuatro décadas se han registrado varios eventos de mortandad masiva; particularmente las altas temperaturas registradas durante el evento El Niño 2023-2024, provocaron lo que hasta el momento se ha definido como la cuarta mortandad masiva más importante en la historia de los arrecifes coralinos.
Esto se refleja en que hace 40 años se contaba con una abundancia coral vivo a nivel mundial que abarcaba una superficie de hasta 600 mil km2; la realidad es que ésta se ha reducido con rapidez llegando actualmente a menos de 200,mil km2.
En respuesta a esta problemática, en la última década las instituciones gubernamentales, las no gubernamentales, la academia y las comunidades locales han buscado implementar estrategias que ayuden a la conservación y mantenimiento de los arrecifes, especialmente, en aquellos sitios que, a pesar de las condiciones adversas, han mostrado señales de fortaleza, supervivencia y esperanza.
En un contexto internacional, ante esta situación, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha declarado el periodo 2021-2030 como la década de la restauración de ecosistemas como un llamado global de acción urgente con la finalidad de proteger, conservar y recuperar los ecosistemas.
Bajo este contexto se han desarrollado diversas estrategias de conservación y herramientas de restauración de arrecifes de coral las cuales son acciones implementadas por los humanos (en su mayoría intervenciones locales), que buscan conservar los arrecifes de coral.
Las estrategias de restauración clasifican como acciones pasivas a aquellas que están centradas en la gestión e implementación de estrategias de mitigación que permitan el uso sostenible de los recursos que albergan los arrecifes coralinos.
En México, diferentes zonas arrecifales que se encuentran bajo protección gubernamental al ser decretadas áreas naturales protegidas (ANP).
Asimismo, se han desarrollado otros modelos como la resiliencia basada en el manejo (RBM, resilience based management, por sus siglas en inglés), el cual puede ser aplicado en sitios que no cuentan con un estatus de protección especial ya que está diseñado para conectar la rehabilitación del ecosistema con las necesidades sociales de los pobladores locales, promoviendo la apropiación social y educación ambiental como factores clave en el éxito del programa de restauración.
Por otro lado, las técnicas de restauración activa o intervención asistida se aplican con el objetivo de ayudar a acelerar los procesos de recuperación natural. Una de las estrategias de restauración más utilizado es el transplante o translocación de corales, la cual se basa en obtener pequeños fragmentos (microfragmentos) de coral a partir de colonias más grandes , o incluso corales fragmentados naturalmente por oleaje o marejadas, que posteriormente son plantados en un sustrato natural como puede ser roca o base arrecifal muerta.
Dentro de esta estrategia se puede incluir una fase de vivero, la cual implica la introducción de estructuras (rejillas de acero o PVC) en donde inicialmente se fijarán los fragmentos de coral, y se “cuidarán” hasta que cuenten con un tamaño adecuado para ser trasplantados.
Con el fin de incrementar el sustrato para fijación de corales, se pueden introducir estructuras o arrecifes artificiales, elaborados con diversos materiales y formas, los cuales además pueden ser diseñados para crear espacios de refugio para otras especies.
Recientemente se han desarrollado estrategias “emergentes” como es la evolución asistida, la cual se basa en el uso de herramientas moleculares para identificar los organismos con mayor resistencia y de ser posible, promover un mejoramiento genético producto de hibridación asistida; además, se ha incluido la ingeniería ecológica, la cual se basa en el uso de elementos e interacciones biológicas como estrategias para mitigar el estrés durante eventos de blanqueamiento, instalando equipamiento que disminuya las altas temperaturas bombeando agua profunda hacia la superficie, o controlar la intensidad de luz con el uso de sombreado o shading.
El uso de las estrategias de intervención depende del sitio, su dinámica ecológica y los factores que amenazan su permanencia. Por lo que, no todas las herramientas pueden ser aplicadas indistintamente, requiriendo investigaciones previas a implementar acciones de restauración.
A lo largo del Pacífico mexicano se han implementado intervenciones de restauración utilizando principalmente la propagación directa del coral Pocillopora, comúnmente conocido como coral coliflor, el cual es considerado el más abundante y el que tiene la mayor capacidad de recuperación posterior a disturbios. Particularmente el programa de restauración en el parque nacional Islas Marietas inició en el año 2011 y hasta el 2023 se registró un éxito de supervivencia de corales planteados entre el 83-95 por ciento, los cuales no solo crecieron individualmente sino además recuperaron la cobertura total del sitio.
Como fruto de la restauración, los arrecifes intervenidos proveyeron espacio y recursos para otras especies como peces e invertebrados marinos. Mas aun, estas colonias plantadas han crecido lo suficiente para poderse reproducir, lo cual es considerado un logro relevante para el mantenimiento de la comunidad.
Sin embargo, la llegada del evento El Niño 2023-24 provocó un cambio urgente de estrategia, ya que, como medida de mitigación ante el inminente blanqueamiento y mortandad coralina, se instalaron viveros que permitieran transportar corales de los 5 a los 18 metros de profundidad.
Esta estrategia de rescate llevó a la supervivencia del 100 por ciento de las colonias, por lo que, actualmente se está utilizando para mantener en resguardo a los fragmentos de coral los cuales serán próximamente traslocados a sitios con un alto nivel de daño.
Los avances en restauración en la región son prometedores; sin embargo, se debe de considerar que cualquier proyecto de rehabilitación coralina debe de ser planeado para ser implementado y monitoreado durante al menos 10 años, pensando no solo en la sostenibilidad, sino además en la escalabilidad en términos de espacio (km2) y de número de localidades.
Por lo que estas iniciativas para México y países latinoamericanos tienen diferentes retos, siendo el primero, el encontrar el protocolo adecuado para cada sitio y, más importante, la factibilidad económica, ya que se requieren financiamientos entre 200 mil a 8 millones pesos por año.
Por todo ello, las diferentes instituciones académicas y gubernamentales, así como los miembros de la sociedad civil tenemos un gran reto en el compromiso de contribuir para el fortalecimiento de alianzas que ayuden la conservación y mantenimiento de los arrecifes coralinos y en general los recursos naturales, recordando que las acciones locales tienen siempre un impacto global.
Lecturas recomendadas:
Reef Resilience Network. Ecología de los arrecifes de coral. https://reefresilience.org/es/coral-reef-ecology/#:∼:text=Los por ciento20arrecifes por ciento20de por ciento20coral por ciento20son,ref
Organización de las Naciones Unidas. Década de la restauración. https://www.decadeonrestoration.org/es
National Geographic Socielty. Los arrecifes de coral se mueren: estos son los planes de los científicos para salvarlos. https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2020/06/los-arrecifes-de-coral-se-mueren-planes-cientificos-para-salvarlos
Alma Paola Rodríguez Troncoso1, Amílcar Leví Cupul Magaña1 y J. J. Adolfo Tortolero Langarica 2,3
1Laboratorio de Ecología Marina, Centro de Investigaciones Costeras, Centro Universitario de la Costa, UdeG
2Laboratorio de Esclerocronología de Corales Arrecifales, Unidad Académica de Sistemas Arrecifales, ICMyL-UNAM
3Tecnológico Nacional de México/IT de Bahía de Banderas
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