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NAICM: LA PRUEBA DEL ÁCIDO PARA AMLO / 255

Gloria Muñoz Ramírez

Si López Obrador de veras es respetuoso con sus ideales, si de veras cree en ellos, sabe que lo primero es el pueblo: Trinidad Ramírez, Trini

El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) es el tema candente del periodo de transición hacia la presidencia de la República que encabezará, a partir del próximo primero de diciembre, Andrés Manuel López Obrador,
quien durante su campaña emitió mensajes hasta hoy ambiguos respecto a la viabilidad de esta obra en la Cuenca de Texcoco, Estado de México. Del aeropuerto habló ya con el presidente saliente Enrique Peña Nieto y con la cúpula empresarial, pero hasta el momento no ha respondido al emplazamiento del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), movimiento emblemático que desde hace 17 años lucha contra su construcción y que, reconociendo la legitimidad del nuevo gobernante, ha dejado claro que se topará con una oposición férrea al proyecto aeroportuario.

Trinidad Ramírez, del FPDT, esboza en entrevista la postura del movimiento, los motivos de su lucha y las expectativas frente a quien dirigirá el país el próximo sexenio:

El emplazamiento. Le hemos escrito (a Andrés Manuel) una carta donde lo emplazamos al diálogo. De manera inmediata se reunió con Enrique Peña Nieto, y después con los empresarios y con otros, pero nosotros seguimos quedando fuera. Lo primero que debió hacer fue reunirse con nosotros, pues ya había dicho que el NAICM no se puede construir porque no es viable por el terreno lacustre.

Así como muestra una sencillez y una forma de darse al pueblo, queremos verlo aquí con las comunidades que estamos en lucha desde hace 17 años y que desde entonces dijimos que no era viable, que hay un estudio científico que no lo avala y que legalmente ya se dijo que no al proyecto. Se logró la derogación del decreto expropiatorio emitido por Vicente Fox y después vino Enrique Peña Nieto a reactivar el proyecto, dando a entender que era la salvación del México que ellos hundieron en la miseria.

Démosle a López Obrador esa confianza. Dicen por ahí que va a venir la desilusión, pero para nosotros qué desilusión sería, si nunca nos hemos ilusionado con nadie, con ningún presidente, con ningún partido. Porque si nos hubiéramos ilusionado desde 2001, hubiésemos entregado nuestras tierras. Nadie nos convence. Es el amor a la vida, a la tierra, al agua, a la seguridad, a la armonía, lo único que nos convence. Que respeten a las comunidades y que ese rompimiento social que ha habido se reconstruya.

¿El progreso? El progreso lo están pensando para ellos. Aquí lo que existe es miseria, desolación, no tenemos tierra ni dinero ni nada. Nosotros sí queremos el desarrollo porque no somos retrógradas, queremos que nuestros recursos e impuestos se reflejen en una universidad, en un hospital de especialidades, en lugares para que los jóvenes no se droguen. Eso sí lo queremos. Sí sabemos distinguir lo que es desarrollo, pero también lo que es su ambición. Son unos depredadores, nos están despojando, pues no sólo es el aeropuerto, sino las obras aledañas de la “Aerotrópolis”.

López Obrador, si de veras es respetuoso con sus ideales, si de veras cree en ellos, sabe que lo primero es el pueblo. Y nosotros somos parte del pueblo que lucha, que está siendo despojado y ha sufrido injusticias porque ya nos encarcelaron, ya nos asesinaron, ya nos persiguieron, ya nos torturaron, ya nos violaron.

Las implicaciones del NAICM. Para la gente serían principalmente el desabasto de agua porque la están entubando. ¿Para dónde se la llevan? Nadie vive sin agua. La ciudadanía tiene que pensar cómo le afecta. Quizá no tiene tierra para sembrar o para cultivar, pero sí bebe agua, necesita de seguridad. Que te priven del agua es una implicación directa.

Nuestra postura. Nos sostenemos en lo mismo desde hace 17 años: no a ese proyecto del aeropuerto, no al desabasto del agua, no a arrebatarnos nuestra forma de vida y tradiciones. Queremos vivir en paz y que no se metan a amenazarnos y a dividir a nuestra gente. Le estamos dando el voto de confianza de que va a escuchar el por qué no. Al rato que no diga que como está avanzada la obra, siempre sí se va a hacer porque ya no puede echarse para atrás. Nosotros no nos hemos echado para atrás, por eso le exigimos que sostenga lo que dijo en campaña.

Nosotros decimos que se lo lleven a otro lado. Ahora dicen que será con inversión privada y no pública, pero eso es mentira. Nosotros simplemente no queremos. Podemos dar alternativas, pero escúchennos, queremos decirlo de frente. Por principio, que no toquen más esas tierras.

Hay un estudio científico que se hizo desde 2001 y que hoy avalan más investigadores, que dicen que no es viable porque el terreno es lacustre, porque fue un lago y ahí hay agua. El agua va a reconocer su cauce, ya vemos cuántas cosas han sucedido en otros lados, porque la naturaleza reconoce el daño.

Una oportunidad de credibilidad. Llevarse el aeropuerto a otro lado es una oportunidad para ganar credibilidad en alguien que ha venido manejando un discurso diferente, que dice que es el gobierno del cambio. No somos tontos. Necesitamos hacernos escuchar, juntarnos. Podemos caer en lo que nos orillaron en 2006, en esa violencia que ellos originaron y que dijeron que nosotros éramos los violentos, pero la violencia es la que han originado en nuestro México, es el desempleo, la privatización de la educación, del agua, ya te privatizan a ti mismo. Nos convierten en mercancía para vendernos.

Somos diferentes pero podemos juntarnos. El poder económico ha hecho que nos digan que volveremos a la esclavitud, pero ante eso todavía hay lucha, hay dignidad, hay amor a la vida, sólo nos hace falta unirnos más, hacer a un lado diferencias. Por la dignidad, el amor, la decisión, nosotros nos podemos juntar. Somos diferentes, venimos de caminos diferentes, pero identificamos que vamos a un sólo objetivo. No nos tardemos, porque entre más nos tardemos, ellos más avanzarán en el despojo.

Si las obras del NAICM continúan. Nosotros vamos a seguir diciendo que no al proyecto de muerte, y entonces tendremos que ayudar a despertar más a nuestros hermanos. Tendremos que decirles que si se quedan callados, se están condenando a vivir con gobiernos autoritarios que siguen imponiendo y haciendo lo que ellos creen que es bueno para el pueblo. Pero el pueblo sabe lo que es bueno para el pueblo, no ellos.

El gabinete. Muchos que se están integrando al gabinete no merecen nuestra confianza por lo que hemos vivido con ellos. Hay mucha gente con Obrador que se arrimó porque… ¿será para volverse buenos? ¿Para cambiar? ¿Será que se dieron cuenta que el pueblo tiene la razón? No creemos eso. Hoy más que nunca tenemos que estar despiertos, porque se nos puede venir un golpe mayor. No nos vayamos a dormir a nuestra casa creyendo que la solución está en el nuevo que va a tomar posesión. Al contrario, ahora hay que vigilar, participar y proponer más.

Lo que corresponde es un diálogo de qué piensan ellos y qué pensamos nosotros. Siempre hemos tenido voluntad política, queremos ahora ver la de los gobernantes. Con ellos nos sentamos para que el cambio sea real y no una fantasía. Debemos tener mucho cuidado en no confiarnos en que va a ser un gobierno de cambio verdadero. Lo será si sigues participando, si sigues proponiendo, si sigues caminando por la defensa de los derechos.

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