LA VOZ DE LA BARRANCA
Dicen que por Huilotepec vivía una familia cerca de la barranca. Un día una muchacha que cuidaba a su hermanito escuchó la voz de su mamá diciéndole que llevara el niño a la barranca. La jovencita le respondió que no podía ir porque el niño no tenía zapatos. Sin embargo, dice que escuchó clarito: “Tráelo sin zapatos, no importa”.
La hermana hizo lo que su madre le ordenó. En el camino encontró a uno de sus hermanos, quien le preguntó a dónde llevaba al niño. La muchacha le respondió que su mamá se lo había pedido. A lo que él le contestó que no había nadie en la barranca y que su madre estaba con su abuela comiendo y platicando. La chica no hizo caso, estaba segura de lo que había oído. Así que se dirigieron a la barranca. Una vez ahí, la voz le ordenó que sentara al niño en una piedra cerca del río y que ella se regresara.
Cuando llegó a su casa su hermano le preguntó por el niño. La joven le explicó que había seguido las órdenes de su madre. Sin embargo, la señora ya había llegado a su casa y aseguró no haberle ordenado nada a su hija. El hermano tomó su rifle y junto con su hermana y su madre salió corriendo hacia donde estaba el niño. Cuando llegaron observaron que se lo estaba llevando una masa negra. El hermano disparó su escopeta y lograron recuperarlo. Cuentan que esa cosa era el diablo personificando la voz de la mamá.
Recogido en Leyendas de Tepoztlán, Editorial La Hoja Doblada, Tepoztlán, Morelos. 2017.