LA INVASIÓN AL PREDIO DE UNOSJO EN GUELATAO — ojarasca Ojarasca
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LA INVASIÓN AL PREDIO DE UNOSJO EN GUELATAO

UNIÓN DE ORGANIZACIONES DE LA SIERRA JUÁREZ OAXACA

DE LEJOS VIENE ESTA LUCHA

La Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez Oaxaca (Unosjo, S.C.) nació en 1990 ante la necesidad de contar con una organización independiente que luchara por los derechos de las comunidades indígenas y procurara mejorar las condiciones de vida de sus habitantes (dos años antes, en 1988, se había realizado una reunión en Yatzachi el Bajo, que fue célebre por intentar organizar alrededor de 50 comunidades zapotecas xhon, xidza y leaj, esfuerzo desarticulado por el gobierno estatal).

La Unosjo S.C. obtuvo su registro como sociedad civil en 1992 ante la necesidad de contar con una figura jurídica que permitiera operar un módulo de maquinaria para hacer caminos en la zona; las carreteras eran necesidad apremiante, ya que en esos años las personas de varias comunidades tenían que caminar más de diez horas con 25 kg. en la espalda para llegar a un mercado a vender su café, mismo que prácticamente les era arrebatado por los coyotes.

De 1992 a la fecha la Unosjo S.C. ha impulsado proyectos económicos, sociales, culturales, ambientales y también políticos, siempre desde la perspectiva indígena, como: operación de un módulo de maquinaria para la construcción de caminos, construcción de viviendas, mejoramiento de la calidad del café y su comercialización, participación en la redacción de los Acuerdos de San Andrés, reconocimiento del derecho de libre determinación de los pueblos indígenas, defensa de los derechos reconocidos a los pueblos indígenas, capacitación a agencias municipales para lograr la distribución equitativa de recursos en sus municipios y el acceso a la representación política en ellos, defensa del maíz nativo frente a la contaminación provocada por los transgénicos, impulso de la equidad de género y erradicación de la violencia hacia las mujeres, defensa de los derechos de las comunidades frente a iniciativas de biopiratería, geopiratería y privatización de semillas; impulso de la agroecología para alcanzar la soberanía alimentaria; defensa del territorio frente a megaproyectos para la construcción de autopistas, hidroeléctricas y minas; impulso de una educación que respete e incorpore los saberes indígenas; entre otras actividades.

El primer lugar donde Unosjo S.C. estableció sus oficinas fue un edificio prestado por la comunidad de Guelatao a orilla de una presita que se encuentra al norte de la población, a un lado del internado y cerca de la carretera Oaxaca Tuxtepec; posteriormente los directivos buscaron entre los habitantes de Guelatao quien tuviera un predio donde luego se construirían sus oficinas.

Doña Ofelia, señora muy querida en Guelatao y quien llegara a ser regidora del municipio mucho antes que la ley estableciera el derecho de representación de las mujeres indígenas, cedió a la organización en 1996 los derechos de un terreno que poseía; luego se construyó en el lugar una cabaña con troncos de madera y posteriormente la casa de adobe donde están las oficinas. El predio siempre ha estado cercado por árboles de zompantle, Santa Inés, o anona, que en Guelatao se siembran a la orilla de los terrenos para delimitarlos, y el lugar había sido trabajado de manera pacífica por generaciones.

Poco a poco la Unosjo S.C. fue estableciendo en el predio muestras de diferentes tecnologías. Entre las que fueron destruidas el 15 de marzo están: un invernaderito, una galera que cubría lombricomposteros, tanques de ferrocemento, una huerta de manzanales y durazneros en curvas a nivel con un sistema de riego por goteo, zanjas en curvas a nivel para la retención de agua, un techado donde se elaboraban abonos y otros productos agroecológicos, así como un huerto de plantas medicinales.

En el resto del terreno se encuentran: la primera cabaña que se construyó y que ahora es el área de tostado, molido y almacén de café, las oficinas, una cabaña para albergar a quienes participan en procesos de capacitación, un almacén y el estacionamiento del módulo de maquinaria, un huerto circular, y en este momento se están construyendo dos temazcales como alternativa frente a la pandemia de coronavirus.

¿Cuántos años tardaron en crecer los árboles alrededor del terreno de la Unosjo S.C.? Los que fueran, a nadie le preocupó que esos árboles crecieran y sobre todo que fueran el cerco de un terreno. Hasta antes del 15 de marzo de 2021 no hubo reclamo alguno por parte de los representantes comunales de Ixtlán hacia Guelatao o hacia la Unosjo S.C. por esta situación.

El clavar las estacas de metal en el terreno de la Unosjo S.C. por comuneros y ciudadanos de Ixtlán el domingo 14 de marzo fue un acto de provocación. En Oaxaca, donde existen varios conflictos agrarios, medio mundo sabe que cuando se deslinda un terreno tiene que hacerse con el consentimiento y participación de las partes involucradas. Los representantes comunales de Guelatao no participaron en ese trabajo, los directivos de la Unosjo S.C. tampoco tenían conocimiento de la acción que realizaría la comunidad de Ixtlán en el predio. En Oaxaca también sabemos que cuando los asuntos agrarios están en litigio las comunidades no deben actuar de manera unilateral, y que cuando se recurre a la violencia es evidente que se trata de un acto de desesperación. Quien asesora a Ixtlán sabe cuáles son esos procedimientos, pues es un abogado que trabajó en la Procuraduría Agraria, y también conoce los procedimientos de fuerza a los que recurren quienes quieren imponer su voluntad, amedrentar y/o sacar raja política.

En resumen, los integrantes de la Unosjo S.C. no somos responsables de ninguna invasión, somos poseedores de buena fe de un predio desde hace 25 años y hemos sido víctimas de una agresión premeditada; el predio vecino donde se encuentran las oficinas del INPI no fue tocado en lo absoluto. Frente a una situación de ese tipo entendemos que la agresión no surge del conflicto agrario, sino que busca golpear a una organización que consideran incómoda.

La campaña de intimidación que se ha desatado contra Unosjo S.C. y contra quienes la integramos es inadmisible desde cualquier punto de vista. La molestia que pueda tener el municipio de Ixtlán con el trabajo de defensa de derechos que hemos desarrollado en la región no tiene nada que ver con el asunto agrario, al provocar esta agresión Ixtlán pretende callar una voz que le resulta incómoda. El asunto agrario desde nuestra perspectiva debe resolverse por la vía del diálogo y/o en los tribunales correspondientes.

Se han solicitado medidas cautelares para proteger a nuestros integrantes y éstas ya han sido expedidas por la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, además de aceptadas por el municipio de Ixtlán. Los daños ocasionados a nuestro patrimonio tendrán que ser reparados y eso tendrá que resolverse por la vía legal. No obstante, señalamos que la violencia ejercida en Ixtlán contra personas de Guelatao se ha incrementado en los últimos meses, a pesar de que allí está ubicada la Guardia Nacional. En Unosjo S.C. defendemos derechos, no pretendemos afectar intereses.

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