LLAMADO URGENTE DESDE LA SIERRA DE PAMPAKCHE
Este es un llamado que nace desde las entrañas mismas de las montañas y valles, desde los pueblos poqomchi y q’eqchi, donde vivimos bajo el yugo del racismo y la discriminación, pero aún así soñamos con un mundo y una Guatemala mejor.
En la región norte de Guatemala, territorio de Tezulutlán, no sólo nos indigna, sino que nos encabrona cómo nuestro país se cae a pedazos. Y nosotros y nosotras, los pueblos, las comunidades, los líderes, las organizaciones, los dirigentes, estudiantes, profesionales, campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes, nos hemos conformado y pensamos que es normal.
Los problemas de Guatemala han llegado a su límite. Ya no es tiempo de quedarnos dormidos. Llegó el tiempo de dejar el miedo y la indiferencia. Es tiempo que salgamos de nuestros espacios cómodos. Es tiempo para que estos criminales y corruptos que se han adueñado del país sientan el poder del pueblo. No dejemos que los narcotraficantes, líderes religiosos cachurecos, militares genocidas y asesinos, líderes corruptos y criminales se sigan burlando de nosotros. Es tiempo que comencemos a despojarlos del poder que han acumulado robándole la vida y las esperanzas al pueblo.
Éstos se han adueñado de las municipalidades, de los Consejos Comunitarios de Desarrollo Rural (COCODES), de los Consejos Municipales de Desarrollo Urbano y Rural (COMUDES), del Congreso, del Ministerio Público, eligiendo nuevamente y de forma corrupta a Consuelo Porras. También tienen el control de la Corte Suprema de Justicia, de la Corte de Constitucionalidad, de la Comisión Nacional de Energía y Minas, del Tribunal Supremo Electoral, de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM) y ahora mediante un fraude, de nuestra gloriosa Universidad de San Carlos de Guatemala. También quieren controlar a la Procuraduría de los Derechos Humanos y a la Contraloría General de Cuentas.
Y si esto no fuera poco, con la reelección de Consuelo Porras, los corruptos y criminales están saliendo de la cárcel, como los dos ex rectores de la USAC, quienes guardan prisión por corrupción y otros delitos. Además, el Congreso aprobó un subsidio para los combustibles que sólo va beneficiar a los dueños de las gasolineras y quienes traen el combustible fuera de Guatemala. El Congreso también aprobó un millonario préstamo en dólares para que se lo sigan robando los ladrones que han hecho de este Estado su piñata.
Mientras tanto, los precios de nuestros alimentos siguen subiendo, nunca bajó el precio del pasaje, los combustibles y sus derivados suben de precio todos los días, a los campesinos e indígenas ya no les alcanza el dinero para comprar abono para sus cultivos, hay mucha gente que no tiene nada que comer, la pobreza y la extrema pobreza van en aumento, los salarios no mejoran, hay explotación laboral en las fábricas, maquilas, palmeras, ingenios, etcétera. Los jefes acosan a las mujeres, con el pretexto de que les darán trabajo, no hay trabajo. Las iglesias siguen embruteciendo y ocultando a la gente que deben luchar por sus derechos. En los hospitales y centros de salud no hay medicina. Todavía hay comunidades que deben caminar horas y horas para llevar a sus enfermos al centro de salud más cercano. Las medicinas son caras. Los medios de comunicación nos ocultan la verdad.
Desde estas montañas en donde viven los mayas indomables, los mayas rebeldes, los mayas en resistencia, estamos haciendo un llamado a los pueblos y comunidades a organizarse y a defender sus territorios, porque nos vienen años duros. A los líderes de las organizaciones sociales y de partidos de izquierda y progresistas, a dejar sus egoísmos y rivalidades, por un lado. A los profesionales conscientes y humanos, sobre todo los egresados de la USAC, a reivindicar el nombre de nuestra universidad y dejar de ser los cómplices de la corrupción. A los estudiantes de todos niveles, a sumarse a la lucha. A las madres, padres, hijos, hijas, nueras, yernos, a todas las familias guatemaltecas. A todos y todas, los honestos y honestas, a unirnos en un solo movimiento y una sola voz para romper la muralla de la corrupción, el narcotráfico, y a formar una muralla de la resistencia, rebeldía y lucha contra el crimen organizado.
Sierra de Pampakche, 19 de mayo de 2022