¿DE QUÉ NOS VAN A PERDONAR? IMAGEN Y PALABRA DESDE LAS RESISTENCIAS / 322
Desde 1994, el movimiento zapatista abarca luchas y resistencias en diversas geografías del planeta, de tal forma que resulta incompleto hablar del zapatismo sin incluir a algunas de las miles de luciérnagas que desde hace 30 años alumbran el camino de la resistencia. Sus testimonios se entrelazan con grabados conmemorativos del 30 aniversario del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, una muestra de las muchas expresiones artísticas reflejo de la insurrección. A continuación algunos de los grabados y extractos de los testimonios incluidos en el libro ¿De qué nos van a perdonar?, editado por Desinformémonos, con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburg México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De decirle al mundo que en este país llamado México están asesinando cada día de 11 a 13 mujeres por el simple hecho de serlo, la mayoría de las veces después de haber sufrido un sin fin de violencias, normalizadas principalmente por ustedes, instituciones del Estado? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que con su indiferencia, complicidad, inacción e impunidad nos tratan con desprecio y odio como sociedad civil, como mujeres que somos? ¿Ustedes que tienen las manos manchadas de sangre?
Araceli Osorio Martínez, madre de Lesvy, mujer de 22 años víctima de feminicidio en Ciudad Universitaria de la UNAM, el 3 de mayo de 2017. Ciudad de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De caminar con la memoria de nuestras 30 mil compañeras y compañeros en la piel y en el corazón? ¿De burlarnos de un Decreto que dice que no podemos movilizarnos en las calles, y caminar por ellas con las banderas y las risas desplegadas? ¿Quién puede hablar de perdón, cuando aprendimos de los hijxs de lxs 30 mil desaparecidas/os, que no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos?
Claudia Korol, Pañuelos en Rebeldía Buenos Aires, Argentina.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De no pedir permiso para operar una radio, telefonía y televisión comunitarias? ¿De intentar generar nuestra propia energía con el agua y el sol sin concesiones y permisos y en pequeño, porque creemos que las soluciones pequeñas son las soluciones globales de esta catástrofe climática que nos han ocasionado los grandes imperios transnacionales precursores del consumismo? ¿De comenzar a construir nuestros propios sistemas de salud, después de que muchos años nos engañaron con que éramos prioridad? ¿De fundar escuelas y universidades donde pensemos sobre nuestra ciencia, filosofía, técnica y arte? ¿De seguir tocando la chirimía y el tambor, de seguir bailando nuestras danzas ceremoniales, y no prestarnos al espectáculo del turismo mercantil? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que comunican lo que le conviene a su patrón? ¿Ustedes que votan y modifican leyes sentados desde la comodidad y el confort y ni siquiera nos conocen?
Oswaldo Martínez Flores, Pueblo Xhidza, Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO) Santa María Yaviche, Oaxaca, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De denunciar públicamente dentro y fuera de México que en este país no se respetan los derechos humanos de las personas migrantes? ¿De que yo, una mujer migrante hondureña, tuve la valentía de venirme a este país para buscar a mi hijo y poner en evidencia al Estado que es incapaz de brindar seguridad a las personas para que no las desaparezcan? ¿De que yo, extranjera en este país, vine a buscar, investigar y exigir castigo a los responsables de toda esta violencia en la que vivimos? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los gobiernos que siguen creando políticas migratorias asesinas?
Ana Enamorado, madre de Oscar Antonio López Enamorado, desaparecido el 19 de enero del 2010 en Jalisco, México Red Regional de Familias Migrantes. Honduras/México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De habernos organizado y denunciado la explotación de la empresa Chronopost y DPD como trabajadores sin papeles en Francia? ¿De haber luchado y marchado en las calles de París más de 250 veces para exigir nuestros derechos como trabajadores migrantes? ¿De haber desnudado el racismo? ¿De habernos acercado a un sindicato para llevar nuestra lucha? ¿De haber venido a apagar el fuego que prendieron ustedes en nuestros países en África? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que nos reprimieron y nos obligaron a emigrar y buscarnos la vida fuera de nuestras casas?
Colectivo de trabajadores Sin Papeles de Vitry París, Francia.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De seguir sembrando la milpa, haciendo nuestros fogones, moles, tortillas y fiestas comunitarias en donde quiera que nos encontremos, como aquí, en Watsonville, California? ¿De ser campesinos con dignidad, en el sur y en el norte, y desafiar sus caprichosos muros y esfuerzos racistas de borrarnos o detenernos? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes cuyo fanatismo es hacia la requisa y al poder? ¿Ustedes que sólo saben de guerras, competencia y dominación? ¿Ustedes que acaparan la tierra para extraer y contaminarla?
Tierras Milperas, Organización Campesina Watsonville, California, Estados Unidos.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De oponernos a la inauguración del tren mal llamado maya, que es la inauguración de la humillación, de una burla a los mayas de la Península de Yucatán? ¿De oponernos a unas vías que se consideran que traen el desarrollo, cuando en realidad por ahí llegará la inseguridad y el crimen organizado? ¿A unas vías en las que transitan las mentiras de un gobierno que ha sido siempre sordo e insensible a los clamores, a las solicitudes y a las exigencias de los pueblos originarios? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes, racistas y colonialistas? ¿El sistema complejo de despojo que nos arrebata la historia? ¿Un sistema que está en contra de nuestra forma de vivir?
Pedro Uc, Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch´ Xíinbal. Yucatán, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De ser putas insumisas que no se venden a cambio de las migajas que dan con sus “apoyos sociales”? ¿De tomar las calles y denunciarlos como un gobierno proxeneta? ¿De descubrir que ustedes son parte de redes de trata de personas a nivel nacional e internacional? ¿De no permitirles que gobiernen nuestros cuerpos ni decidan en qué queremos trabajar? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que violan, desaparecen, reprimen, torturan, mutilan y estrangulan a las trabajadoras sexuales? ¿Ustedes que con operativos para simular sus acciones contra la trata nos detienen, nos golpean y nos extorsionan?
Krizna Aven, trabajadora sexual, activista y periodista Ciudad de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De exigir la presentación con vida de nuestros 43 hijos desaparecidos el 26 de septiembre de 2014? ¿De buscarlos en todas las colonias, las casas abandonadas y los rincones de Iguala, Guerrero? ¿De insistir en que la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa fue un crimen de Estado? ¿De creerles a los expertos que desmintieron la “verdad histórica”? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿El 27 Batallón de Infantería, que desapareció a nuestros hijos? ¿El ejército y el narcotráfico que nos los arrebataron?
Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014. Iguala, Guerrero, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De salir a las calles a denunciar la violencia feminicida que impera en el estado de Chihuahua, en particular en Ciudad Juárez? ¿De tomar los puentes cada 8 de marzo para denunciar que a 30 años de los primeros feminicidios en 1993 hay cientos de familias, madres, padres e hijos esperando justicia? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que le han apostado a la impunidad y al olvido? ¿Ustedes que lucran con la violencia y la devastación ecocida?
Movimiento contra la Militarización, Mujeres contra la Militarización, Para que no nos Mine la Mina, Frente en Defensa de El Chamizal. Ciudad Juárez, Chihuahua, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De haber confiado a una guardería subrogada por el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) el cuidado de nuestros hijos, lo más preciado que teníamos, para poder salir adelante en este país como madre trabajadora? ¿De regresar por ellos después de un día de trabajo y ya no encontrarlos con vida? ¿De qué nos van a perdonar a las madres, padres y familiares, que a 15 años de la tragedia seguimos buscando justicia, ya que actualmente no existe ninguna persona en la cárcel que responda por la muerte de 49 bebés?
Julia Escalante, mamá de Fátima Sofía Moreno Escalante, bebé de dos años y cuatro meses fallecida en la Guardería ABC de Hermosillo el día 5 de junio de 2009. Hermosillo, Sonora, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De haber sacado al rico soberbio invasor de nuestras tierras en Mezcala, Jalisco, y así garantizar la vida para nuestros sucesores? ¿De levantarnos y luchar como pueblo coca? ¿De no olvidarnos y recuperar nuestra lengua e historia? ¿De existir por quienes somos, aunque el racismo y clasismo nos golpeen? ¿De mantener nuestras tierras comunitarias y el derecho a una vida digna? ¿De seguir siendo los dueños de la tierra y no los sirvientes del dinero? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que invaden nuestras tierras para construir sobre terrenos comunitarios? ¿Ustedes que se amparan en el crimen organizado y los gobiernos cómplices?
Comunidad coca de Mezcala Jalisco, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De organizarnos porque vimos la necesidad y la exigencia de los pueblos sobre sus derechos? ¿De organizarnos contra un decreto de expropiación de nuestra tierra en 2001 para construir un aeropuerto? ¿De no dejarnos arrebatar 5 mil 700 hectáreas de trece pueblos, 4 mil 600 de ellas pertenecientes a nuestro pueblo de San Salvador Atenco? ¿De rebelarnos contra la imposición? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que trataron de quitarnos, de diluirnos, y nos encarcelaron? ¿Ustedes que asesinaron a Javier Cortés y Alexis Behnumea, y violaron sexualmente a compañeras y a menores de edad?
Trinidad Ramírez, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra San Salvador Atenco, Estado de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De ser mujeres mazatecas que enfrentamos al Estado? ¿De no bajar la cabeza ante el racismo institucional? ¿De conservar nuestro idioma Énna, vestimenta, canto, baile, siembra, mano vuelta y ayuda mutua? ¿De apelar a la memoria del indígena Ricardo Flores Magón, nacido en nuestras tierras? ¿De contar con la solidaridad de hermanas y hermanos del mundo? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes, que cometen intento de etnocidio en Eloxochitlán de Flores Magón?
Mujeres Mazatecas por la Libertad Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De ser 70 mujeres del estado de Guanajuato que buscamos a nuestros familiares desaparecidos? ¿De ser mujeres que vivimos en la periferia y trabajamos en la maquila, en la limpieza en casas, planchando, recogiendo botellas y etcéteras, para sobrevivir mientras realizamos las búsquedas? ¿De nuestros propios medios encontrar 180 cuerpos de nuestros familiares y 19 personas con vida en un año de búsqueda? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que permiten que en Guanajuato haya 3 mil 800 personas desaparecidas?
Bibiana Mendoza, Colectivo Hasta Encontrarte Guanajuato, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿Tenemos que pedir perdón por seguir luchando por esos ideales ahora contra la dictadura Ortega-Murillo? ¿Por no rendirnos ante la mentira de los nuevos tiranos que disfrazados de revolucionarios han asesinado a nuestro pueblo? ¿Tenemos que pedir perdón por estar al lado del pueblo y sufrir con ellos muerte, cárcel, persecución y destierro por parte del poder criminal que se cubre con el nombre de Sandino? ¿Pedir perdón por denunciar que se han convertido en los nuevos millonarios y sus políticas son de “capitalismo salvaje”, extractivistas, misóginas y colonialistas?
Mónica Baltodano, comandante guerrillera de la Revolución de 1979. Nicaraguagüense, exiliada en Costa Rica. Nicaragua.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De luchar para que el crimen que me arrebató la vida de mi madre y nuestra lideresa histórica no quede en la impunidad? ¿De gritar con toda nuestra fuerza cada 2 de marzo: “¡Justicia para Berta Cáceres!”, “¡Justicia para el pueblo Lenca!”? ¿De denunciar con nombres y apellidos a los asesinos intelectuales de mi madre que hoy siguen en la impunidad? ¿De defender con nuestra vida al sagrado río Gualcarque y a los ríos que viven en nuestras montañas porque allí vive el espíritu de mi madre? ¿De no permitir que muera su voz que vive en la digna lucha de los pueblos del mundo? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que nos matan cada día en la total impunidad sólo por ser de un pueblo históricamente saqueado, que se ha alzado al son de los pueblos de la tierra?
Bertha Zúniga Cáceres, COPINH La Esperanza, Intibucá, Honduras.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De ser chaparros y prietos en una disciplina artística que de origen es tremendamente racista y elitista? ¿De bailar en cualquier espacio, convirtiendo en escenarios la calle, la plaza pública, campamentos de repatriados o de colonos? ¿De ser bailarines procedentes de colonias populares? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes, funcionarios culturales, que nos ignoran y desprecian? ¿Ustedes que no garantizan un trato digno para nuestra profesión? ¿Ustedes que nos juzgan por ser distintos a lo normado?
Barro Rojo Arte Escénico Ciudad de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De ocupar un bosque de 170 hectáreas para prevenir que lo arrasen para construir un centro gigantesco de entrenamiento policial y un estudio de Hollywood? ¿De haber emprendido una lucha en defensa de la vida y el territorio, en contra de la corrupción municipal de la ciudad de Atlanta y las fuerzas globales de control social que siempre eligen la muerte y la ganancia sobre la tierra? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? No importa, porque nunca perdonaremos lo que han hecho y siguen intentando hacer.
Colectivo Autónomo Weelaunee, Movimiento en Defensa del Bosque. Atlanta, Estados Unidos.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De organizarnos desde 2012 contra una termoeléctrica en la comunidad de Huexca, que forma parte del Proyecto Integral Morelos? ¿De oponernos al megaproyecto porque se violenta la tierra y a nuestros pueblos? ¿De no permitir el funcionamiento de la termoeléctrica, que necesita 265 litros de agua por segundo y deja al campesino sin agua? ¿De proteger esta zona cañera y arrocera para que no nos dejen sin alimentos? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que asesinaron a Samir Flores por luchar contra el Proyecto Integral Morelos, por defender la vida y por organizar a los niños?
Teresa Castellanos, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) Morelos, Puebla, Tlaxcala. Huexca, Morelos, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De luchar contra las mentiras de las falsas soluciones renovables a la crisis climática que destruyen nuestros territorios en el Istmo oaxaqueño? ¿De denunciar los intereses geopolíticos, económicos y militares de Estados Unidos y sus aliados del Norte Global sobre el Istmo de Tehuantepec? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que abren nuestras tierras para construir minas a cielo abierto que contaminan el suelo, el agua y el aire?
Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT). Oaxaca, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De organizarnos contra la privatización de la salud en Sicilia, donde la mafia controla el sistema sanitario? ¿De luchar en contra del crimen organizado que destruye a nuestros hijos con las drogas? ¿De oponernos a la militarización de Estados Unidos en nuestra región, donde existen tres bases militares que transforman nuestro territorio? ¿De apoyar a nuestros hermanos migrantes que cruzan el Mediterráneo en busca de esperanza y vida digna? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que dividen el norte del sur y nos han dejado en el olvido?
Colectivo Terra Insumisa Alcamo Delegación Sicilia Sur Global. Sicilia, Italia.
¿De qué nos van a perdonar? ¿De luchar contra una empresa multinacional denominada Chemours Company que pretendía producir 65 mil toneladas de cianuro de sodio por año? ¿De descubrir que el narcogobierno de Gómez Palacio, Durango, otorgó un contrato a Chemours para entregarle 43 mil litros de agua por hora, dejando a 22 comunidades sin este vital líquido? ¿De no permitir la instalación de un gasoducto que pasaría a escasos metros de una fábrica de explosivos, poniendo en riesgo a nuestras comunidades? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que con sus instituciones como el INEGI borraron del mapa a 22 comunidades que serían las primeras perjudicadas en caso de un desastre?
Frente Unido de Pueblos de la Laguna en Defensa de la Vida y el Territorio (FUPLDVT). Durango, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De liberar el agua que durante más de 29 años nos despojó la empresa Bonafont-Danone? ¿De recorrer los pueblos cholultecas y sus volcanes para organizarnos y defender con autonomía la vida de nuestros ameyales, lagunas y ríos? ¿De destruir una embotelladora que impuso el desprecio, explotación y muerte para, sobre sus ruinas, construir vida? ¿De detener la extracción de un millón 640 mil litros de agua diarios de nuestro territorio? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que durante siglos han encarcelado, reprimido y asesinado a nuestros hermanos que han defendido a la Madre Tierra?
Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y de los Volcanes Puebla, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De luchar por el derecho a la vivienda digna? ¿De enfrentarnos a un cartel inmobiliario que tiene por objetivo enriquecerse sin importar si las viviendas son habitadas o no? ¿De no dejar que se pierda el modelo cooperativo? ¿De tratar de evitar la desaparición de luchas históricas por el derecho a la vivienda colectiva como la cooperativa Palo Alto? ¿De conmovernos y movernos por otras luchas del territorio, de búsqueda de personas, de cuidar los bosques, el agua, las culturas originarias, de cualquier injusticia? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿El cartel inmobiliario? ¿Los gobiernos que desalojan a personas de espacios que habitan? ¿Airbnb que, siendo una empresa multinacional, gentrifica todas las ciudades?
Cooperativa de Vivienda Xochiquetzalli. Primera cooperativa de vivienda LGBT+ en México. Ciudad de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De luchar en contra de la instalación de una megaplanta cervecera de Constellation Brands que buscaba exportar a Estados Unidos dos mil millones de litros de cerveza al año saqueando nuestro vital líquido? ¿De haber logrado cancelar la ley que privatizaba y encarecía el agua de Baja California tan sólo un mes después de que se aprobó? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que han perseguido, reprimido y encarcelado a quienes defienden el agua?
Lucha en defensa del agua y contra Constellation Brands en Mexicali, Baja California, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De denunciar los crímenes de lesa humanidad y las violaciones a los derechos humanos cometidos en Palestina, que dejaron más de 23 mil civiles muertos en 90 días? ¿De exigir justicia por el asesinato de 10 mil niños y niñas palestinas? ¿De denunciar el genocidio cometido contra el pueblo palestino y la limpieza étnica de la que es objeto? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes, los opresores? ¿Ustedes, los cómplices de la industria de la guerra que distribuye armas y tecnología militar para reprimir a los movimientos sociales en los países del sur?
Ara Galán, Colectivo de Solidaridad con Palestina-México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De luchar como trabajadores agrícolas del Valle de San Quintín para que se nos respete? ¿De querer tener mejores condiciones de vida, mejores condiciones laborales? ¿De exigir que se respete la Ley Federal del Trabajo? ¿De no permitir que haya más acosos dentro de los campos agrícolas hacia nuestras compañeras jornaleras? ¿Quién puede otorgar el perdón? ¿Ustedes que permiten que la corrupción siga en este gobierno y poco hacen por defender a las mujeres y hombres trabajadores del campo de este país?
Trabajadores agrícolas del Valle de San Quintín Baja California, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De convertir la Glorieta de Colón, un símbolo de la colonización española, la barbarie y la opresión, en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, un sitio de Memoria Viva que reivindica las luchas de las mujeres en su larga historia —presente y pasada—, que nos reúne a todas en un abrazo que nos hace sentir acompañadas? ¿De no estar dispuestas al silencio? ¿De desgarrar nuestras voces para denunciar las violencias, injusticias e impunidad y no ser cómplices de un Estado omiso? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Ustedes que han usado nuestras causas y nuestro dolor para llegar al poder y una vez estando ahí no sólo no cumplen su palabra, sino que encima nos criminalizan y persiguen?
Glorieta de las Mujeres que Luchan Ciudad de México, México.
¿De qué nos van a perdonar?
¿De salir de Haití, pequeño país donde en un día pueden morir de diez a 20 personas asesinadas a tiros? ¿De huir del hambre, la bala, la malaria? ¿De no tener nada? ¿De sobrevivir el infierno del Darién, donde a diario mueren niños, mujeres y hombres por las enfermedades y a manos de los extorsionadores? ¿Quién tiene que pedir perdón y quién puede otorgarlo? ¿Los gobiernos que nos expulsan de nuestros países con su indiferencia por la violencia?
Emmanuel, migrante de Haití en el albergue Casa Tochan de la Ciudad de México. Haití/México.