MÉNDEZ Y DE LA CABADA: UNA COLABORACIÓN FANTÁSTICA
En el cruce de dos artistas excepcionales del nacionalismo revolucionario mexicano, el grabador Leopoldo Méndez y el narrador Juan de la Cabada, nace una obra extravagante, única, todo lo surrealista que el México mágico ha sido siempre, libre del indigenismo entonces en auge. Corre 1944. La editorial La Estampa Mexicana produce mil 200 copias de un bello libro, Incidentes melódicos del mundo irracional, radical divertimento maya, bestiario de largo alcance con el trickster del caso, la dama en peligro, los jueces, el tumulto, el triunfo de la verdad y la música originaria peninsular en el carnaval de los animales.
El cuento feroz de Juan de la Cabada y sobre todo la imaginativa gráfica de Leopoldo Méndez inspiraron, o mejor dicho, provocaron a la artista Patricia Soriano, quien produjo los cuatro grabados amarillos y gozos que aquí se presentan y fueron expuestos recientemente en el Museo de la Estampa de la Ciudad de México dentro de su amplia exposición retrospectiva “Cuerpo diverso animal”.
Patricia Soriano fue ilustradora de Ojarasca, y de su antecesora México Indígena, desde principios de los años 90, en inumerables ocasiones. A la vista de su exposición encontramos que la obra publicada en Ojarasca conforma y representa los primeros años de su extraordinaria obra gráfica. Hoy vuelve a nuestras páginas con sus paráfrasis a los Incidentes melódicos del mundo irracional.
También presentamos en este número algunos de los grabados originales de Leopoldo Méndez, acompañando el relato bilingüe “El guardián de Pozo Santo” de Luis Antonio Canché Briceño (ver páginas 8 y 9).