Movimiento incesante
La dificultad para ver una película completa, realizar un viaje largo o simplemente dormir con normalidad es una constante en las personas que padecen el Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) o enfermedad de Willis-Ekbom, trastorno se caracteriza por una necesidad incontrolable de mover las piernas.
En muchos casos, el SPI aparece sin una causa y suele tener un componente genético. Puede afectar a personas de cualquier edad, las personas adultas mayores y las mujeres son más propensas. La anemia, el embarazo (tercer trimestre), las enfermedades renales, incluso, algunos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos) son factores que podrían estar relacionados, ya que un déficit de hierro en áreas específicas del cerebro puede generar alteraciones de movimientos.
Las personas afectadas lo describen como una sensación desagradable en las piernas, que puede ir desde adormecimiento y hormigueo hasta tensión, que aparece y se agrava en situaciones de inactividad (sentado, acostado) y desaparece con el movimiento o estiramiento de las piernas.
Los síntomas y un historial clínico suelen ser la base de un diagnóstico y su tratamiento se asocia fundamentalmente con la reposición de hierro (de preferencia intravenoso), fármacos dopaminérgicos, además de evitar la cafeína, el alcohol y realizar ejercicio moderado.