El movimiento de diversidad sexual en Argentina no puede entenderse sin la figura de Carlos Jáuregui. Un hombre aguerrido, visionario, estratega y empático que tuvo la certeza de que era necesario empezar a empujar a su país hacia el cambio, y no dudó en hacerlo con sus propias manos.

Nacido en 1957, estudió Historia en la Universidad Nacional de La Plata y después, a inicios de los años ochenta, viajó a París, Francia, para estudiar un posgrado. Fue en esa ciudad donde tuvo el primer contacto no sólo con una comunidad gay en toda la extensión del término, sino con el activismo social por la diversidad sexual, que estaba muy avanzado en esa nación, en comparación con su país.

En 1982, luego de pasar también por Nueva York, regresó a Buenos Aires con el activismo ya profundamente arraigado. Sus amigos, amigas y contemporáneos en la lucha lo recuerdan como alguien que sabía qué decir, cómo y cuándo decirlo, y que fue clave para colocar sobre la mesa los temas de derechos LGBTI.

Estaba convencido de que el antídoto para la discriminación era la visibilidad y se dispuso a predicar con el ejemplo, convirtiéndose en una especie de vocero y rostro visible del naciente movimiento gay.

El documental El puto inolvidable. Vida de Carlos Jáuregui, dirigido por Lucas Santa Ana, presenta un retrato del icónico activista que consiguió derribar estereotipos en una sociedad machista que, además, acababa de salir de una dictadura militar y entraba a la nueva amenaza del sida.

El trabajo metódico de Jáuregui, apoyado por otros activistas gays, lesbianas y trans, logró que el concepto de no discriminación por orientación sexual quedara plasmado en la primera Constitución Política de la provincia de Buenos Aires, lo que de alguna manera consagró su lucha ideológica.

El puto inolvidable puede verse a demanda en la plataforma de Amazon Prime.

El puto inolvidable. Vida de Carlos Jáuregui

Dirección: Lucas Santa Ana

Argentina, 2016