En una atmósfera en donde la Internet, las redes sociales y la sexualidad se entretejen para el entretenimiento de las y los adolescentes, también emergen diversas formas para hablar de sexo, métodos anticonceptivos o disfunciones sexuales en contextos donde no solo divaga la desinformación, sino también las expectativas de tener encuentros sexuales exitosos, aunque no se conozcan elementos básicos como los nombres y ubicación de los genitales o el autoerotismo, entre otros.

Así comienza Sex Education, una historia en la que Otis, un joven cuyo conocimiento sobre sexualidad fue heredado por su madre, una experta terapeuta sexual, se involucra en el ambiente erótico-afectivo de sus compañeros de escuela para resolver dudas que nadie expresa. De forma clandestina, entre espacios cercanos a la escuela, Otis, con ayuda de Eric, su mejor amigo, y Maeve, su aliada de negocios, construyen un mundo de información integral en sexualidad en el que las y los adolescentes disipan dudas sobre sexo oral, erotismo, placer, masturbación, diversidad y fantasías sexuales, así como vínculos afectivos.

En cada capítulo –fuera de la censura–, la serie amplía el conocimiento sobre diferentes temáticas relacionadas con la salud sexual y reproductiva a través de la tragicomedia. En conjunto, estas situaciones constituyen la realidad que viven muchos adolescentes (y adultos) fuera de lo retratado comúnmente, como el embarazo adolescente, las infecciones de transmisión sexual o el uso correcto de métodos anticonceptivos.

De esta manera la serie construye ejes de atención en donde el sexo consentido, la autonomía sexual, el aborto médico como derecho y salud pública, la doble moral católica en el tema de la sexualidad adolescente, la identidad sexual, la coerción sexual y en sí, el sexo como entidad y derecho que le pertenece a las personas debe disfrutarse, pero al mismo tiempo es necesario incluir la experiencia sexual con conocimiento, responsabilidad e integridad física y emocional.